La semana va sobre ruedas.

Mis rincones de relax. Lástima que sólo sean para el verano....

¿Quieres saber por qué? Por muchas razones.

Una es que mis chicos van avanzando notablemente, especialmente el que más me preocupó el primer día que vino, y el segundo, y el tercero.... Lo cierto es que todos van mejorando, pero los cambios en éste son mucho más significativos por aquello de que implican una intención comunicativa que hasta ahora no tenía. Ejemplo de ello son los avances que te comenté el otro día, que mantiene a día de hoy. Claro que no todo es un camino de rosas, y que aún hay (y seguirá habiendo) situaciones de conflicto con él.

Por ejemplo ayer me hizo el signo de comer y le dije que no le daba patatas, que es el premio que tengo con él cuando trabaja bien. Como imaginarás, el muchacho se enfadó, pero después de un par de amenazas y de marcharse a un rincón él solo, acabó viniendo con el resto a jugar con el coche. Sin más.

Hoy hemos intentado ir al Aula de Estimulación Multisensorial que tenemos en el cole aprovechando que sólo tenía a 2 de los chicos en clase. Uno de sus caballos de batalla son los espacios desconocidos, así que el simple hecho de haber llegado hasta la sala en cuestión y haber aceptado entrar es un enorme logro, aunque hayamos que tenido que salir en menos de dos minutos.

Por lo demás, cole aparte, todo sigue igual. Hoy seguimos con lluvia por estos lares, aunque parece que por fin ha escampado. Confiemos que dure. El coche sigue estropeado; menos mal que mi señor padre es un bendito y me deja el suyo. Y ahora con más razón, estando de vacaciones.

Y por último, hoy de nuevo me he tomado un tiempito para mí y he ido al masajista. Es vecino de mis padres, así que hay muy buen rollito con él; al fin y al cabo me ha visto crecer. Empecé a ir a su consulta hace un par de años después de una contractura tal que me llevó de cabeza a Urgencias. Y ya he seguido fiel a sus manos. El caso es que hoy tenía cita y cuál ha sido mi sorpresa cuando me ha dicho que estaba hecha polvo (así es), pero que esta vez la espalda no era la responsable. Imagino que se habrá divertido con mi cara de extrañeza, porque se ha medio echado a reír y me ha dicho que esta vez el problema son los nervios. Como para no hacer nervios! Teniendo en cuenta que los días de tormenta afectan especialmente a estos chicos y que hoy ha sido un día mu negro, imagínate los gritos, ruidos y golpes en la mesa que ha habido a lo largo del día.

En resumen: habrá que prender a respirar varias veces (más) durante los ratos de ruido subido de tono en clase, y aprender a dejar de oírlos. Y después de comerte el tarro con mis comeduras de coco, te dejo un rato, a ver si me tiro larga en el sofá y consigo que la fiera de cuatro patas que tengo por compañera de piso se tranquiliza un pelín, porque está igual que los nanos: acelerada.

Abrazos pretos y besicos a puñaos.

No puede haber descanso placentero sin previa fatiga, del mismo modo que no hay placer en la comida al no se tiene apetito.
(Mariano Aguiló)

El mayor goce es el descanso después del trabajo.
(Kant)

P.D.: Nota de humor para este día. Aquí te dejo el signo de comunicación bimodal (lengua de signos) para la palabra "contento".