Hoy me tiro a la piscina....

.... y como no puedo dormir, me he liado la manta a la cabeza y he decidido dar otro paso más. Cómo? Pues éste es el resultado. Hoy me he hecho un nuevo propósito, que no despropósito, y he creado un blog. El resultado no sé cuál será, pero la intentona queda aquí. No tengo muy claro cómo va a funcionar; lo que sí sé es que de alguna manera tengo que sacar todo lo que llevo dentro y que de vez en cuando amenaza con ahogarme y ya que sigo varios blogs, me he animado a intentarlo. La duración se irá viendo sobre la marcha; como siempre será el tiempo el que ponga todo en su sitio. Por el momento me conformaré con ir poniendo textos de aquí y de allá, de esos que llevo años atesorando, de esos que voy guardando por todos lados, hasta que de repente aparecen en el lugar más inesperado y en el momento más necesario, las más de las veces. No sé, supongo que me apetece hacer algo diferente, y esto es una cosa que me lleva rondando la cabeza un tiempo, así que aquí estoy, novel en el mundo del blog, con muchas ganas al principio, como todo el mundo. Espero no acabar deshinchándome como los globos.... como siempre.

Y como muestra un botón. El de hoy es un texto de Paulo Coelho (gran escritor donde los haya), de uno de sus libros, que recoge textos de lo más variados, pero todos en su línea. Es uno de lo menos conocidos: "Como el río que fluye". Espero que os guste.

LA HISTORIA DEL LÁPIZ

El niño miraba a su abuela, que escribía una carta. En determinado momento, preguntó:

- ¿Estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros? ¿Y es, por casualidad, una historia sobre mí?

La abuela dejó de escribir, sonrió y comentó al nieto:

- Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueras como él, cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.

- Pero ¡si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

- Todo depende de cómo mires las cosas. Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una Mano que guía tus pasos. A esa Mano la llamamos Dios y Éste debe conducirte siempre en la dirección de Su voluntad.

Segunda cualidad: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Con eso el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado. Por tanto, has de saber soportar algunos dolores, porque te harán ser una persona mejor.

Tercera cualidad: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores. Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.

Por último, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará huellas y procurar ser consciente de todas tus acciones.

(Paulo Coelho)

Como ya te he dicho, ésta es la primera vez que me meto en este extraño mundo del blog, así que de momento voy a estar de probatinas. La razón de la foto? Es una de "mis chicas" del año pasado, en plena faena de colorear un mandala. Fue el descubrimiento del año. Compré un libro para mí, y acabó pintándolos el colegio casi entero.

En fin, como bien dice Coelho, seamos como el lápiz, o en este caso como la pintura, y llenemos de color todo a nuestro alrededor.